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Cosecha 2024/25, un balance en la cultura de la soja

Escrito por Ricardo Balardin | 26-mar-2025 11:50:23

La cosecha de granos 2024/25 de Brasil deberá alcanzar la cifra histórica de 328,3 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 10,3% en relación con el ciclo anterior. Este crecimiento se debe principalmente a la expansión del área sembrada, que alcanzó los 81,6 millones de hectáreas, y al avance en la productividad media.

En el caso de la soja, la productividad media se situó en 60,5 sacos/ha, lo que representa un aumento del 9,2% en relación con la cosecha pasada. Es importante destacar el valor histórico de 67 sacos/hectárea obtenido en Bahia, seguido de Minas Gerais (66 sacos/ha), Goiás (65,5 sacos/ha), São Paulo (64,5 sacos/ha), Mato Grosso y Paraná (63 sacos/ha). Los demás estados presentaron valores de productividad promedio por debajo de los 60 sacos/ha.

Este resultado podría haber sido superior si la sequía extrema en el sur (principalmente en RS) no hubiera afectado drásticamente la productividad, que fue de 49 sacos/hectárea. A pesar del leve aumento en el área sembrada en RS, hubo una caída del 17,4% en la producción debido al clima adverso, totalizando 15 millones de toneladas.

Durante varias cosechas, los valores promedio de productividad en Brasil estuvieron alrededor de los 50 sacos/hectárea. Hoy en día, este valor se considera bajo, tanto por el avance tecnológico que representa como por el alto costo de los insumos. Si se consideran métricas de retorno sobre la inversión, los productores todavía se sienten amenazados por los márgenes líquidos decrecientes que la soja ha estado presentando. En tiempos de cambio de divisas fluctuante y con tendencia al alza, sumado a un mercado internacional impredecible, cuyas acciones políticas tienden a ejercer una presión importante sobre los precios, el mercado de la soja muestra un alto grado de preocupación.

Si se consideran los factores estrictamente relacionados con la productividad, queda claro el papel preponderante del clima. Donde no hubo restricciones a lo largo de la cosecha, los promedios obtenidos fueron altos, mientras que en los lugares donde hubo limitaciones, la productividad fue baja. En términos promedio, el suelo, el manejo agronómico y la genética parecen estar ajustados para maximizar las altas productividades. El análisis de los datos promedio oculta situaciones regionales o incluso puntuales donde puede ocurrir algún nivel de restricción. Incluso cuando se obtuvieron valores considerados altos, los cuidados con las correcciones químicas y físicas en el perfil del suelo son fundamentales. Incluso en las áreas afectadas por sequías, las propiedades sin suelos compactados mostraron una mejor capacidad para enfrentar la falta de agua. En cuanto al manejo sanitario, el control preventivo de enfermedades y plagas se mostró fundamental en cualquier situación climática. El control de maleza, un problema cuya severidad ha ido aumentando, se ha vuelto más complejo cada temporada. El aumento en el número de plantas resistentes y la baja durabilidad de la resistencia de los eventos lanzados recientemente debería ser un punto de reflexión para todos.

La desecación de las cosechas de soja en el momento adecuado es un aspecto considerado relevante por diversos consultores. El conjunto de prácticas sanitarias se considera esencial para mantener la calidad de los granos o incluso para que la semilla producida tenga una calidad fisiológica y patológica mínima. En diversas situaciones, la capacidad de siembra de los cultivos se vio comprometida debido al uso de semillas de baja calidad. A medida que el área sembrada crece, también lo hace la demanda por semillas.

Debido a diversos problemas ocurridos en la siembra de los cultivos, se observó, en determinadas regiones, una concentración de las siembras, lo que terminó provocando una concentración de la cosecha, lo que podría generar desafíos logísticos, aumentando los costos y dificultando el flujo de la producción, lo que requiere estrategias para minimizar los impactos.

Finalmente, la principal commodity de Brasil, aunque aún se cosecha en diversas regiones del país, pasa por la euforia de los buenos resultados, pero siente la preocupación debido a la incertidumbre del escenario futuro.

El uso de tecnologías en la agricultura es una realidad y se ha vuelto esencial para enfrentar los desafíos de la producción y aumentar la eficiencia en el campo. Soluciones como DigiFarmz, única en el mercado al ofrecer recomendaciones agronómicas inteligentes basadas en datos científicos y soluciones que se adaptan a la realidad de cada cultivo, permiten a los productores tomar decisiones más acertadas, reduciendo riesgos y maximizando la productividad. En un escenario de incertidumbre climática y costos elevados, contar con herramientas avanzadas es fundamental para garantizar cosechas más seguras y sostenibles, consolidando a Brasil como un líder global en el agronegocio.

Ricardo Balardin
CSO & Founder de DigiFarmz
Ingeniero agrónomo, máster en Fitotecnia/Fitopatología y Ph.D. por la Michigan State University