La cosecha de maíz avanza lentamente en la región núcleo de Argentina. Hasta el momento, solo el 23% de la superficie cultivada ha sido cosechada. La alta humedad está dificultando el avance de los trabajos y genera preocupación por la brotación prematura de los granos. Hay una gran disparidad en los rendimientos, que varían desde 40 quintales por hectárea (qq/ha) en áreas afectadas por la sequía hasta 130 qq/ha en regiones favorecidas por lluvias más consistentes (un quintal equivale a 100 kilogramos).
El centro-sur de la provincia de Santa Fe lidera los resultados positivos. En El Trébol, ya se ha cosechado el 30% de la superficie, con rendimientos elevados de 130 qq/ha. En Marcos Juárez, en el sureste de Córdoba, con el 25% de la cosecha realizada, la productividad media se encuentra en torno a los 110 qq/ha. En el sur de Santa Fe, el progreso es lento debido al exceso de humedad, con rendimientos cercanos a los 93 qq/ha después de cosechar el 23% de las parcelas.
En contraste, el norte de la provincia de Buenos Aires enfrenta dificultades significativas. La región noreste de la provincia, más afectada por la sequía de los meses anteriores, registra una productividad extremadamente baja. En Río Tala, los rendimientos son inferiores a 40 qq/ha. En Pergamino, los resultados varían entre 50 y 60 qq/ha, alrededor de 10 quintales menos de lo esperado. En Chacabuco, el rendimiento promedio oscila entre 65 y 75 qq/ha, y existe consenso en que el maíz será el cultivo más perjudicado en esta cosecha debido a la sequía.
En soja, se observan señales positivas en la región, principalmente después de las recientes lluvias. Sin embargo, los productores permanecen cautelosos debido a la alta variabilidad en los cultivos y la necesidad urgente de que el frío tarde en llegar. El retraso de las bajas temperaturas es fundamental para garantizar un ciclo más largo para la soja de segunda cosecha.
En el noreste de Buenos Aires, una zona que llegó a tener estimaciones de pérdidas del 30% de la soja de segunda, el panorama ha mejorado. Los productores locales ahora proyectan rendimientos de entre 20 y 23 qq/ha, mientras que en la soja de primera cosecha pueden alcanzar hasta 40 qq/ha. En Chacabuco, la estimación para la soja de segunda es de 23 qq/ha, un resultado inferior al promedio histórico, pero mucho mejor que el escenario crítico previsto a principios de febrero.
La región centro-sur de Santa Fe presenta las mejores expectativas para la soja. Las recientes lluvias elevaron las previsiones de rendimiento de 35 qq/ha a hasta 50 qq/ha en El Trébol, mientras que en Carlos Pellegrini se espera un promedio de 45 qq/ha. En el sudeste de Córdoba, sin embargo, no ha habido cambios significativos en las últimas semanas, manteniéndose el rendimiento medio de soja en torno a los 38 qq/ha.
Según los especialistas climáticos, la región pampeana solo escapó de una situación crítica similar a la de Chaco gracias a la llegada de corrientes húmedas provenientes del Atlántico en febrero. La provincia de Chaco, sin embargo, sigue en una situación dramática, acumulando tres años consecutivos de sequía extrema, con precipitaciones inferiores al 25% del promedio histórico del verano. La influencia del fenómeno "La Niña" tuvo un mayor efecto negativo en las provincias del norte argentino, mientras que en la región pampeana, la circulación húmeda ayudó a mitigar los daños.