El mercado global de soja enfrenta un año de grandes expectativas y desafíos, con factores climáticos y económicos desempeñando roles cruciales en la dinámica de oferta y demanda. La proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI) indica una disminución en la inflación global del 4,2% al 3,5% en 2025. A pesar de esto, la dinámica de la política monetaria y comercial en Estados Unidos, Europa y los principales mercados emergentes sigue siendo un factor de volatilidad para los mercados financieros y de commodities.
Según los últimos análisis de mercado de Hedgepoint Global Markets, se espera que la producción brasileña de soja alcance un récord de 171,5 millones de toneladas, impulsada por altos rendimientos en estados como Mato Grosso, Goiás, Minas Gerais y Bahía.
Escenario estadounidense y política monetaria
En Estados Unidos, las preocupaciones sobre la persistencia de la inflación y los posibles impactos de la nueva administración de Donald Trump han llevado al índice del dólar a nuevos máximos. El USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) mantuvo la estimación de la cosecha en 118,8 millones de toneladas, lo que debe permitir un crecimiento en las exportaciones y en el aplastamiento. A pesar de esto, los inventarios estadounidenses también deberían aumentar en relación con la temporada anterior, estimándose en 10,3 millones de toneladas.
La Reserva Federal optó por mantener las tasas de interés sin cambios tras tres recortes consecutivos y señaló que es poco probable un aumento de las tasas en 2025. Por su parte, el real brasileño cerró 2024 en un nivel depreciado, afectado por el fortalecimiento del dólar y la situación fiscal de Brasil. El Comité de Política Monetaria (COPOM) aumentó la tasa Selic e indicó que podrían ocurrir nuevos aumentos, lo que podría atraer más capital al país. Sin embargo, las incertidumbres fiscales siguen limitando una apreciación más significativa de la moneda brasileña.
Mercados globales atentos a una nueva guerra comercial
El resurgimiento de disputas comerciales también añade incertidumbre al escenario global. La imposición de tarifas por parte de Estados Unidos sobre productos de varios países, incluidos China, México y Canadá, ha generado reacciones y represalias. Entre los productos que fueron incluidos en las tarifas de Donald Trump están las commodities agrícolas como el café y el etanol.
El riesgo de una escalada en la guerra comercial podría afectar la demanda china de soja, como ocurrió en 2018, cuando China redujo sus compras a los Estados Unidos debido a la imposición de tarifas por parte de ambos países.
Soja: producción récord en Brasil e incertidumbres globales
Hedgepoint elevó su estimación para la producción brasileña de soja en 2025 a 171,5 millones de toneladas, impulsada por altos rendimientos en estados como Mato Grosso, Goiás, Minas Gerais y Bahía. Esto debería llevar a un volumen récord de exportaciones, a pesar de las incertidumbres sobre el consumo interno de aceite de soja después de la mantención de la mezcla de biodiesel B14.
En Estados Unidos, la cosecha se mantuvo en 118,8 millones de toneladas según el USDA, mientras que el aplastamiento y las exportaciones deberían crecer en 2024/25. Sin embargo, los inventarios también tienden a aumentar, lo que ejerce presión sobre los precios.
En Argentina, el USDA redujo la estimación de producción, y nuevos recortes podrían ocurrir si las condiciones climáticas no mejoran. Con una producción más baja, el país podría reducir las exportaciones y el aplastamiento, lo que beneficiaría a los subproductos de Brasil y Estados Unidos.
Por Luciana Minami / Revista Cultivar