Las proyecciones para la campaña de granos 2025/26 anticipan un escenario desafiante para los productores brasileños, especialmente ante la tendencia al alza en los costos de producción y la presión en los precios internacionales de la soja.
La información fue presentada por el Proyecto Campo Futuro de la CNA durante una reunión de la Comisión Nacional de Cereales, Fibras y Oleaginosas, realizada el pasado miércoles, con la participación de las federaciones estatales de agricultura y ganadería.
Para la soja, se estima un aumento promedio del 4% en el desembolso del productor, impulsado principalmente por el alza en los precios de fertilizantes (un 10%) y de algunos agroquímicos. A pesar de la baja en los precios de semillas y fungicidas, el Costo Operacional Efectivo (COE) podría superar los R$ 5.670 por hectárea en Rio Verde (GO), R$ 5.550 en Sorriso (MT) y R$ 5.100 en Cascavel (PR).
Además del aumento de los costos, el mercado internacional también genera incertidumbre. La caída en los precios futuros de la soja y la posibilidad de rendimientos inferiores a la campaña actual, debido a incertidumbres climáticas, podrían comprometer los resultados de la próxima campaña, haciendo que el margen bruto del productor disminuya en más de un 35% en las regiones analizadas.
El investigador del Cepea, Mauro Osaki, explicó que la productividad necesaria para cubrir los desembolsos debe superar las 56 sacas por hectárea en Sorriso (MT) y las 51 sacas en Rio Verde (GO).
“El productor de soja debe estar alerta respecto a los costos de producción y las estrategias de comercialización. En este contexto, el clima y la productividad cobran aún mayor relevancia para diluir los costos y asegurar un resultado económico positivo”, enfatizó Mauro.
Por su parte, André Dobashi, presidente de la Comisión Nacional de Cereales, Fibras y Oleaginosas de la CNA, indicó que los productores deben prestar especial atención a los costos que se han elevado en comparación con la campaña actual. “Es importante revisar los valores de arrendamiento de tierras y los precios de los principales insumos, como los fertilizantes, para no afectar los márgenes de producción”, subrayó.
Para el maíz de segunda campaña 2025/26, se prevé un escenario de margen bruto positivo, aunque inferior a los niveles registrados en 2024/25 en regiones como Rio Verde (GO) y Sorriso (MT).
Según datos del Campo Futuro, el desembolso del productor (COE) se espera que aumente aproximadamente un 7%, impulsado por el alza en los precios de los insumos, especialmente los fertilizantes, dependiendo del momento de la compra y la región.
Otro punto discutido en la reunión fue la tendencia de precios de los fertilizantes a nivel mundial. Marcelo Mello, director de fertilizantes de StoneX Brasil, indicó que diversos factores –como la guerra comercial de Estados Unidos, problemas de producción en la India y la alta demanda de varios países– impactarán el suministro de fertilizantes en 2025. En cuanto al MAP (fosfato monoamónico), Mello señaló que, aunque la relación de intercambio con la soja no se encuentra en los mejores niveles históricos, la ventana de compra actual sigue siendo favorable para el agricultor.
Referente al KCl (cloruro de potasio), el especialista destacó que la demanda para la campaña de verano 2025/26 se encuentra intensa desde noviembre de 2024. Además, el equilibrio entre oferta y demanda a nivel mundial está más ajustado, lo que podría presionar aún más las cotizaciones. Por ello, se espera que la relación de intercambio se deteriore en los próximos meses, exigiendo mayor atención por parte de los productores al momento de la compra. Respecto a la urea, indicó que, si la logística lo permite, el productor debería esperar a que se abra una ventana de compra más favorable, la cual se prevé que ocurra en algunas semanas.
Durante el encuentro también se presentaron las perspectivas climáticas para la campaña de otoño de 2025. El meteorólogo Francisco de Assis Diniz advirtió que el escenario climático sugiere la permanencia de condiciones neutrales en el Océano Pacífico hasta mediados de año. Según el pronóstico, Bahía y el norte de Minas Gerais tendrán lluvias escasas, mientras que en el sur y oeste de Rio Grande do Sul se registrará precipitación irregular en abril con mejora en los meses siguientes. La región del Matopiba y el estado de Mato Grosso deberán presentar lluvias próximas a la normalidad, aunque Mato Grosso do Sul podría enfrentar irregularidades en el oeste y centro del estado.
En Goiás, se esperan lluvias dentro de la media histórica, con cierta mejora en mayo. En Paraná, se advierte riesgo de heladas a partir de la segunda quincena de mayo, con sequías en junio. Assis recomendó monitorear la evolución del Pacífico, que puede influir directamente en el clima en los próximos meses.
(Fuente: Asesoría de Comunicación CNA)